TERMOGRAFÍA
La técnica termográfica suele emplearse como herramienta de inspección no destructiva en la edificación para localizar de una manera rápida y eficaz las ineficiencias energéticas ó defectos constructivos (controlando los niveles de aislamiento térmico y estanqueidad de un edificio, y manteniendo la eficacia de la ventilación controlada y calefacción.) que pueden presentar los cerramientos de las viviendas y edificios de núcleos urbanos.
El Termógrafo puede proporcionar la información necesaria para evitar costosas reparaciones derivadas de situaciones de insalubridad producidas por enmohecimientos y humedades. Además, para las constructoras ó aseguradoras las imágenes térmicas de tales anomalías constituyen pruebas irrefutables a la hora de llegar a un acuerdo en caso de litigio y planificar las acciones correspondientes de reparación.
Como ventajas que nos ofrece esta técnica de ensayo que aporta información básica sobre las características energéticas y constructivas del edificio se pueden citar:
- Es no intrusiva ni destructiva, no es necesario realizar catas ni tener contacto físico.
- Permite medir temperaturas a distancia con exactitud y sin necesidad de contacto físico con el objeto a estudiar; dato importante a la hora de hablar de edificios históricos.
- Es posible situarse en posiciones remotas para la realización de las catas.
- La termografía infrarroja es bidimensional, por lo que resulta posible la comparación entre áreas del mismo cuerpo.
- Las termografías, en un análisis preliminar, son sencillas de interpretar.
- Aporta un mapa bidimensional (Imagen) térmico del objeto.
- Rapidez, en una misma inspección se pueden revisar gran número de edificios.
- Información en tiempo real.
- Medición precisa de temperaturas.
- Orienta las actuaciones posteriores y permite planificar con eficacia las reformas necesarias.
- Control de la calidad energética del edificio terminado.
- Control de la ejecución de la envolvente e instalaciones del edificio (aislamientos, puentes térmicos, humedades, estanqueidad, zonas de riesgo de condensaciones y mohos, adherencia de aplacados…)
- Una mejor eficiencia térmica permite reducir las emisiones de CO2.
Por lo tanto, una inspección diagnóstica de edificios con una cámara termográfica puede ayudar a:
- Visualizar las pérdidas de energía, detectar una falta de aislamiento o un aislamiento defectuoso.
- Localizar fugas de aire.
- Encontrar humedad en el aislamiento, en los tejados y muros y en la estructura.
- Valoración del riesgo de condensación
- Localizar puentes térmicos.
- Localizar filtraciones de agua.
- Detectar fallos de construcción y supervisar el secado de edificios.
- Encontrar averías eléctricas, en las tuberías y en el sistema de calefacción.
- Detectar fallos en los sistemas de captación solar y energía fotovoltaica.
- La termografía proporciona información valiosa durante la rehabilitación de edificios.
- Localización de defectos de impermeabilizaciones.
- Control de suelos radiantes y calefacción.
- Localización de estructuras ocultas.
- Auditorias energéticas.
En definitiva, la inmediatez de la información visual que proporciona la termografía la hace muy adecuada para localizar y diagnosticar el estado de los edificios ó defectos de ejecución, que pueden comprometer la eficiencia energética proyectada, así como para planificar las actuaciones a realizar.
Se convierte de este modo en una excelente herramienta de control para comprobar los aislamientos térmicos, puentes térmicos, las humedades y las infiltraciones. También permite bajo ciertas condiciones descubrir estructuras ocultas en las rehabilitaciones energéticas y artísticas.
TARIFAS:
Colaboraciones o informes desde 200€ + IVA.